
La barbarie se repite, los asesinos siguen siendo asesinos y los ciudadanos seguimos siendo igual de imbéciles. Al menos esa fue mi impresión ayer en la concentración en la Puerta de Alcalá en Madrid.
Se trataba de guardar dos minutos de silencio en respeto por la que en ese momento era la única víctima mortal y aquello se convirtió en un circo de gente fanática y exaltada sin ningún tipo de respeto por las ideas del de al lado.
Al término de la concentración, donde mayoritariamente había periodistas y policías, mi ánimo quedó por los suelos. Y es que la impresión que me llevé de la sociedad española fue de intolerancia y agresividad. Somos un país de gilipollas y estoy convencido de que les dimos una alegría a los asesinos al ver el espectáculo de ayer en Madrid.
¿Para cuándo un NO a ETA todos juntos dejando a un lado las ideologías?
1 comentario:
Ya hay un español que quiere
vivir y a vivir empieza,
entre una España que muere
y otra España que bosteza.
Españolito que vienes
al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.
Antonio Machado.
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