viernes, 25 de enero de 2008

Jueves noche


Los planes inesperados son los que mejor salen. La experiencia me ha hecho darme cuenta de esta idea. Sin duda las fiestas donde mejor te lo pasas son esas que salen de repente. Pero a veces nuestra responsabilidad puede más que nuestros impulsos.

Después de una agradable cena en Vallecas en casa de María, las copas de vino y la cerveza ya se me han un poco a la cabeza. Si no fuese por los asuntos que mañana me van a ocupar el día, mi objetivo hubiera sido marcarme una gran fiesta por cualquier sitio de Madrid. Pero a la gente, al igual que a mí, les ha entrado el espíritu de la responsabilidad y en vez de darle vida a una noche de jueves, hemos optado por terminarla a la una y media de la mañana con el último metro que nos ha llevado a nuestras casas.

Soy partidario de dejar la responsabilidad a veces a un lado y de hacer lo que realmente nos apetece en determinados momentos. Podemos ganar mucho más. Sin embargo hoy no he hecho caso a mis ideales y me encuentro sentado en mi escritorio contando lo que realmente me hubiese gustado hacer, pero que yo mismo me he negado.

Dichosa responsabilidad. ¡Menos mal que no siempre te hago caso!

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